cambia también lo profundo
cambia el modo de pensar
cambia todo en este mundo
cambia el clima con los años
cambia el pastor su rebaño
y así como todo cambia
que yo cambie no es extraño
Cambia el más fino brillante
de mano en mano su brillo
cambia el nido el pajarillo
cambia el sentir un amante
cambia el rumbo el caminante
aunque esto cause daño
y así como todo cambia que yo cambie no extraño
Cambia todo cambia
Cambia el sol en su carrera
cuando la noche subsiste
cambia la planta y se viste
de verde en la primavera
cambia el pelaje la fiera
cambia el cabello el anciano
y así como todo cambia
que yo cambie no es extraño
Pero no cambia mi amor
por mas lejos que me encuentre
ni el recuerdo ni el dolor de mi pueblo y de mi gente
lo que cambió ayer
tendrá que cambiar mañana
así como cambio yo en esta tierra lejana
“Cambia todo cambia”. Mercedes Sosa
---
Hoy pasaron muchas cosas, más de las pude manejar antes de las 6 de la mañana. Un choque de auto, un ataque de asma, faltó quien hace llevadera mis mañanas (no me gustó su suplente), tristeza, ira, preocupación, impotencia.
No sé cuantos lo saben, así que aquí debo decir que parte de mi trabajo es dar la cara en horas tempranas de la mañana y decir a todos que, aunque el mundo parece estar acabándose, la vida prosigue y puede que hasta mejore. Hoy no pude lograrlo.
Pudiera continuar mi reflexión, que bien puede ser confesión, diciendo alguna frase de Gandhi como ‘Nosotros mismos debemos ser el cambio que deseamos ver’, porque por lo general exhorto esas cosas en este espacio. De una u otra manera me agrada pensar en polvos mágicos que nos hacen volar y ver lo sublime y etéreo que puede ser el momento… por ahora no es posible.
La vida está llena de retos, algunos más complicados que otros, nuestro deber es siempre encararlos y sobreponernos a todos los sentimientos que vienen con ellos y seguir a la próxima valla para saltarla, en el trayecto no hay qué pensar a no ser la estrategia para dar el próximo salto tan alto como se necesita y caer (porque lo haremos) de manera tal que podamos seguir a la siguiente con una técnica más depurada.
Hoy, justo hoy y no ayer, pienso que de alguna forma me quiero detener en medio de la pista, no impulsarme más, no seguir tratando. Ya no hay sentido en nada. Amanece y oscurece, me caigo y levanto, entro y salgo del pozo, duermo y despierto, pierdo y encuentro, sin embargo no hay más sentido en las cosas (¿has tenido días así?). ¿Cuál es el fin de todo esto? Algunos plantearían que no hay más razón que la perpetuidad de la especie (que aburrido); según una servidora, sería menos dañino apegarnos a la idea de que procuramos la trascendencia mas allá de la inmanencia (fastidiosas clases de filosofía y sus términos raros); nadie puede decirnos ¿A qué vamos? ¿Qué encontramos tras la última barrera?
Si podemos afirmar que no todos buscamos lo mismo, es justo y hasta lógico entender que todos encontraremos algo distinto.
‘Lo bueno de estar en el suelo es que ya no podemos caer más bajo’, es parte de la sabiduría popular que nos sirve para impulsarnos, salir del abismo, y dejar de autocondenarnos al ostracismo en esos momentos tan oscuros y carentes de sentido.
Algunos se estarán preguntando si estoy a mitad de la pista esperando que me arrolle el encargado de limpieza o si me quedé en el suelo para que un tractor con conductor descuidado disponga de mi destino. La respuesta es no. Sin embargo no deja de ser cierto que estoy esperando mi muerte.
Para nacer hay que morir, esa fue la enseñanza del Maestro Jesús y justo lo dijo a un hombre que lo visitó en la clandestinidad, evitando quizás la vergüenza o, quizás, petrificado por temor a algo que desconocemos.
Antes y después de Jesús, pensadores hablaron de la espera y de cambios radicales. Muchos coincidieron en decir que si requerimos un gran cambio debemos operar en él y no esperar sólo por esperar (al menos en las versiones que me agrada leer). Así que espero morir a tantas situaciones y nacer con tolerancia y abierta al cambio que comenzó a operar… que siempre puede ser mejor.
“El progreso es una bonita palabra. Pero el cambio es su motivador. Y el cambio tiene sus enemigos”. Robert Kennedy