Ya no pretendo hacerte el cuento más largo
ahora ya no pongo más excusas,
prefiero mojarme y arreglarme
sigo teniendo la intención de quererte
hasta que se apague el sol
eso es lo único que no ha cambiado,
puedes gritar, he buscado detrás de tus sentimientos
ahora ya no pongo más excusas,
prefiero mojarme y arreglarme
sigo teniendo la intención de quererte
hasta que se apague el sol
eso es lo único que no ha cambiado,
puedes gritar, he buscado detrás de tus sentimientos
y no te encuentro…
No lo dejes para después,
tampoco lo vayas a hacer antes de tiempo,
todas las cosas tienen su momento, búscalo
ese momento exacto ese punto,
donde convergen los sueños,
donde converge lo nuestro,
donde convergemos. Vuela alto, vuelta alto
elévate a los cielos y luego nos cuentas algo
vuela alto, vuela alto
no permitas que el tiempo te deje atrás.
Porque tú tienes el poder,
Tú tienes en tus manos la fuerza del ser
Tú puedes hacer todo lo que quieras
Tú puedes llegas a donde sueñas
Yo sé que tu puedes, puedes, puedes…
‘Donde convergemos’ (Fragmento). Alejando Sanz.
No lo dejes para después,
tampoco lo vayas a hacer antes de tiempo,
todas las cosas tienen su momento, búscalo
ese momento exacto ese punto,
donde convergen los sueños,
donde converge lo nuestro,
donde convergemos.
elévate a los cielos y luego nos cuentas algo
vuela alto, vuela alto
no permitas que el tiempo te deje atrás.
Porque tú tienes el poder,
Tú tienes en tus manos la fuerza del ser
Tú puedes hacer todo lo que quieras
Tú puedes llegas a donde sueñas
Yo sé que tu puedes, puedes, puedes…
‘Donde convergemos’ (Fragmento). Alejando Sanz.
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Convergencia, aproximación, coincidencia… si nos referimos a las palabras podemos buscar su sinónimo pero cuando hablamos de un momento es más complicado porque donde convergen las cosas es ese punto en el miramos a un lado y otro y se nos presentan los antagónicos o complementarios en ocasiones. Detrás-delante, arriba-abajo, pasado-futuro.
Es momento de ver y seguir. Ver los errores ya cometidos, las palabras que jamás debimos pronunciar, las personas que herimos, esos momentos de los que tanto nos arrepentimos… de otro lado esos dulces e imborrables instantes, un beso en el momento oportuno, una voz que acompaña, una mano solidaria, una persona incondicional. Las convergencias pueden ser molestas encrucijadas.
Almas aventureras ven en esos momentos la oportunidad de cambiar todos los parámetros, los actos predecibles, el pasado todo. Otros menos lanzados se aferran a la comodidad de una silla que ya tiene sus formas, la almohada y la cama que gravaron sus signos corporales, los amigos a los que no deben contar mucho porque estos ya saben leer sus mentes, así se evitan hasta las palabras.
Sin embargo, el momento llega, tarde o temprano llega; algunos le llaman crisis de la edad, existencialista, momento decisivo, de cambio, puedes usar el nombre que te llegue de inmediato a la cabeza pero para mí no es más que convergencia, ese instante que llega inusitado y que te pone en medio de lo que fue y lo que será, nos muestra ‘lo que es’, eso que estaba y no sabíamos aunque era nuestro día a día.
Ojalá hubiese un libro mágico para saber cómo usar, aprovechar y no frisarnos en la convergencia… ver al pasado y tener en nuestras manos las opciones del futuro puede ser confuso y llenarnos de miedos que previenen sobre los errores del pasado.
Después de todo este pánico con certeza nos llenará la tranquilidad de sabernos humanos, de poder errar y volver a comenzar con nuevas herramientas que solo da la experiencia.